La cantidad de nuevos usuarios que día a día se suman a las millones de personas que ya cuentan con conexión a internet en Latinoamérica y el mundo es muy grande. Para poder captar la atención de los nuevos y de los viejos usuarios, las páginas webs han tenido que desarrollar al máximo sus estrategias de comunicación, marketing y lanzar permanentemente acciones promocionales.
Un sector muy importante que ha tenido que subirse de lleno a esta tendencia son los sitios de apuestas online o las webs que ofrecen diversión a sus usuarios. La tendencia se divide en dos jugadores principales, un jugador representado por los usuarios y otro por parte de las diferentes marcas que desarrollan sus negocios en internet.
Por parte de los usuarios, son cada vez son más los que se divierten en la web en el caso como los casinos online en vez de los casinos físicos llenos de gente en grandes infraestructuras.
La principal característica que ha marcado esta tendencia es poder disfrutar de juegos por ejemplo de póker desde el hogar, sin límites y sin horarios de cierre y apertura de puertas. Solo es necesario contar con un buen equipo y una buena conexión a internet.
Sea un jugador novato o experto, las páginas webs de diversión deben ofrecer una experiencia única a cada click. Uno de los casos más destacados y reconocidos es el del casino llamado Bodog. Esta firma recrea la experiencia de participar de todos los juegos que se pueden encontrar en un local físico como si estuviese en la estructura recreando la situación.
Es por eso que las webs son protagonistas del segundo jugador de esta tendencia que recrea una simbiosis entre jugador y experiencia online real.
Para que la experiencia sea 100% real y confiable, los casinos virtuales funcionan a través de un software. Las compañías encargadas de programar el software crean una interfaz propia para cada casino en la web. Este sistema seguro y blindado, permite generar los números de forma aleatoria denominado Random Number Generator (RNG).
La seguridad está dada por algoritmos que producen constantemente cadenas aleatorias de números (sin un patrón previsible) y el software establece comunicación con ellos para generar resultados como por ejemplo asignar de qué color será la carta o que número será el próximo en salir.
