La teoría del color, trata la amplia gama de colores disponibles y perceptibles por el humano y los agrupa mediante diferentes características de cada uno. Los colores primarios, son aquellos que no pueden formarse con la mezcla de otros, no podemos obtenerlos, pero a partir de los cuales se forman todos los demás colores.
Uno de ellos es el color azul, además de ser un color primario (junto con el amarillo y el rojo), el azul es considerado un color frío, representado dentro de la naturaleza por varios elementos.
En la parte psicológica, el azul es asociado con la mente, se cree que ayuda a tener claridad en los pensamientos y que también colabora con la relajación de la misma. Tiene diferentes funciones según el tono de azul del cual estemos hablando, por ejemplo, el azul oscuro o azul marino funciona como calmante y sedante, ayuda a conectar con la parte más creativa de cada uno, pero el exceso de este color puede llegar a causar tristeza.
Por otro lado, los tonos de azul claro brindan tranquilidad, confianza y armonía.
El color complementario del azul es el naranja (color secundario formado por la mezcla de amarillo y rojo), esto quiere decir que es el contrario en la rueda de colores, lo cual hace que su combinación (no su mezcla) realce completamente cualquier cosa que la posea.
Por último, cabe destacar que varias de estas sensaciones nacen del hecho que el azul es el color del cielo y el mar, los cuales brindan generalmente sentimientos de paz.
