El aire acondicionado está presente en infinidad de lugares por los que pasamos a diario. Hogares, oficinas, hospitales, restaurantes son lugares donde habitualmente podemos encontrar aparatos de aire acondicionado. A pesar de que llamamos a todos estos aparatos aire acondicionado son muy diferentes dependiendo de sus necesidades, repasamos los más habituales.
¿Cuántos tipos de aire acondicionado existen?
En primer lugar, podemos dividir dependiendo del tipo de sistema de refrigeración:
Aire acondicionado autónomo
El aire acondicionado autónomo es al que estamos más acostumbrados en las viviendas y en las oficinas pequeñas. Este tipo de aparato consta de dos partes, por un lado, tenemos una unidad exterior que se coloca en el exterior de la habitación. El aparato interior se coloca en la habitación que se quiere refrigerar. La unidad interior se encarga de recoger el aire caliente de la estancia y expulsar aire frio para refrigerarla.
El gran inconveniente del aire acondicionado autónomo es que únicamente puede refrescar la habitación donde se encuentra la unidad interior. Para enfriar el resto de estancias serían necesarios más equipos, lo que se traduciría en un aumento del gasto energético.
Aire acondicionado centralizado
De la misma manera que el método autónomo, este tipo de aire acondicionado también cuenta con una unidad exterior y una interior. La gran diferencia entre ambos métodos es que de esta manera es posible climatizar múltiples habitaciones e incluso un edificio entero.
Habitualmente la unidad interior se sitúa en una habitación en la que no afecte demasiado a la estética del lugar. Para este sistema es necesario que exista un falso techo. Esto se debe a que la unidad interior debe conectarse con unos conductos que reparten el aire por las diferentes habitaciones.
Cada habitación debe contar con dos rejillas. La primera de ellas expulsará el aire frio mientras que la otra absorbe el aire caliente. En el falso techo se crea un espacio adicional que separa el aire frio del caliente para que no entren en contacto entre ellos.
Habitualmente la temperatura se gradúa desde un termostato central que controla la temperatura de todas las habitaciones. Actualmente se pueden instalar unas rejillas motorizadas que permiten regular la temperatura de cada habitación de manera independiente.
Estos son los dos tipos de aires acondicionados más habituales. Para tomar una decisión acertada hay que buscar un aparato que se adapte a nuestras necesidades, sobre todo diferenciar si será para uso doméstico o comercial.
Uso doméstico
Para uso doméstico existen dos grandes variantes. Por un lado, tenemos el aire acondicionado de ventana que se coloca como su nombre indica en el hueco que deja la ventana, aunque en España es más habitual hacerlo en un hueco en un muro creado específicamente para esto. Este tipo de aparatos cuenta con un modo de ventilación para renovar el aire de las habitaciones.
Por otro lado, está el Split que es el más habitual. Cuenta con una unidad exterior encargada de refrigerar el aire y una interior que se coloca en la habitación que deseamos climatizar.
Uso comercial
Dentro del uso comercial existen más posibilidades. De la misma manera que se pueden utilizar los Split, existe también la posibilidad de instalar una consola de techo ideal para lugares que cuentan con ambientes abiertos.
Para terminar, aunque menos habituales, también existe la posibilidad de instalar un aire acondicionado central, aunque tiene un coste superior. También es posible instalar el aparato “Roof-Top” que es mucho más versátil, aunque no es demasiado recomendable para grandes superficies.
Si tenéis dudas acerca de cuál es el aparato más adecuado para vuestra situación no dudéis en consultar a un profesional tanto para la elección como para la instalación del aire acondicionado en Alicante.