En un país como el nuestro la atención de las personas mayores y dependiente ha correspondido a la familia, realizando los cuidados oportunos en el domicilio. Pero esta situación esta cambiando, por un lado por las diferentes obligaciones familiares, y por otro por el envejecimiento progresivo de la población. Por eso, elegir una residencia geriátrica (en este caso en Málaga), debería de ser una opción para tener en cuenta.
En mucho de los casos no acudir a un centro profesional, lleva en un periodo no muy largo de tiempo, a problemas de salud o mentales de la personas cuidadoras (familiares cercanos).
Es normal, sentir un sentimiento de deuda, o incluso de culpa para no separarnos de ese familiar dependiente y/o con una edad avanzada. El "ingresar" a una persona dependiente en un centro residencial es una decisión personal, que debe de ser consensuada, y estudiada tomando los puntos a favor y en contra.
Pero en caso de que optemos por una residencia o centro geriátrico, no debemos de “caer” en fustigamientos de culpa o de que no hemos actuado correctamente.
En la mayoría de los casos esta decisión tendrá beneficios tanto para el anciano o dependiente, como para la persona cuidadora. Los centros actuales como Centro Residencial Almudena en Málaga cuentan con todas las ventajas para que la estancia de dicha persona sea la mayor calidad posible. Una residencia cuenta con servicios adaptados a los distintos usuarios de las mismas.
Otra de las ventajas que es que dichas personas cuentan con especialistas para rehabilitación – si fuera necesario -, realizar actividades cognitivas, reconocimientos médicos, etc. Cuidadores que son profesionales, con diversa titulación y años de experiencia.
Otra de las ventajas que tendrá el alojado, es que contará con dietas específicas personales si lo requiere, realizar ejercicios de rehabilitación o mantenimiento, ejercicios cognitivos que estimulen posibles problemas de memoria, e incluso tratar dolencias o lesiones.
La opción de alojar un anciando en una Residencia geriátrica
El familiar tiene la opción de acudir a visitar y estar con él o ella, en cualquier momento – siempre y cuando se cumplan las normas del centro -. Cualquier problema que pueda tener un paciente, será informado al momento al familiar para que sea notificado. Ya sea de cualquier situación que deba de estar en contacto.
El usuario del centro geriátrico puede salir de él y realizar paseos, o visitas a lugares en compañía de familiares – cumpliendo la normativa del centro -.
Este además, encontrará compañía de otros residentes que se encuentran en, algunos casos, en la misma situación. Y con los que compartirá experiencias de vida, y situaciones.
Es por ello, que realizar el ingreso de un centro de residencia de ancianos, no debe de considerarse como algo negativo, es una situación en el que el afectado va a estar con profesionales, y que también va a tener cariño de todo el equipo humano.
Como en cualquier aspecto de la vida, es una decisión personal, o familiar que corresponde a cada uno evaluar y o llevar a cabo. Y que siempre debe de mirar por el futuro del anciano o paciente.
