Uno de cada cinco dentistas italianos no está calificado, junto con unos 10.000-15.000 médicos, se informó hoy.
Más de mil personas fueron acusadas en Italia el año pasado por ejercicio no autorizado de una profesión médica. Entre ellos se encontraban médicos falsos, dentistas espúrios e incluso algunas enfermeras simuladas.
En un año promedio, según cifras policiales, cerca de 1.000 personas han sido condenadas por el delito. Pero la pena es sólo una multa de hasta € 516 (£ 440).
"Nos encontramos con dentistas falsos que se ríen en nuestra cara", dijo el capitán Marco Datti de los carabinieri al diario La Repubblica. "Ellos dicen: 'Voy a pagar 500 €, cambio de locales y empezar de nuevo'."
Un "dentista" encontrado por sus oficiales en Roma era un fontanero que había estado llenando y extrayendo los dientes durante 20 años.
"Son extremadamente peligrosos, porque prestan menos atención a la transmisión de enfermedades contagiosas y no saben cómo hacer frente a emergencias como hemorragias o shock", dijo Datti.
El presidente de la asociación de dentistas italianos, Giuseppe Renzo, estimó que 15.000 de los 71.000 dentistas italianos carecían de calificaciones adecuadas. "El 70% son técnicos dentales que practican como dentistas, y últimamente se han ido incrementando los títulos falsos, que los llevan a países como Rumania que han entrado recientemente en la UE", dijo.
Otros obtuvieron sus nombres en los títulos de las universidades de América del Sur. "Luego piden el reconocimiento de sus calificaciones en España, que tiene acuerdos bilaterales con esos países, y automáticamente pueden practicar en Italia".
Se estima que la proporción de médicos impostores es menor: entre 3 y 4,5% sobre la base de los números detenidos. Un urólogo autoproclamado le dijo a La Repubblica que sólo había sido desenmascarado porque "Mi ex esposa me informó porque tenía otra mujer, de lo contrario, seguiría siendo médico". Entrevistado por el periódico con la condición de que no reveló su nombre, dijo que había sido capaz de inscribirse para la formación como especialista en Trieste mediante la falsa autocertificación.
"Me presenté a los médicos generales y médicos de la brigada de víctimas porque nadie revisó mis calificaciones", dijo. Aunque nunca había obtenido un título, terminó sus estudios de especialista y continuó realizando "cientos de operaciones".
Tales artimañas pueden terminar en tragedia. Hace dos años, un hombre de 50 años de edad de Florencia fue condenado a 14 años y ocho meses por homicidio involuntario y lesiones corporales. Posando como médico, había aconsejado a un paciente no tener quimioterapia aunque tuviera cáncer de mama. En su lugar, la animó a quedar embarazada ya tomar las drogas que le recetaron. Poco después del nacimiento de su hijo, ella murió.