Las conducciones de aguas sucias y de bajantes a las fosas sépticas representan menos del 1% de todo el valor de una vivienda. Y su mantenimiento regular es uno de los más bajos de todos los costos económicos de una casa o de una comunidad de vecinos.
Sin embargo, cuando la limpieza de los bajantes a las fosas sépticas no se hace correctamente y se producen atascos, o cuando no se separan las aguas sucias adecuadamente, las consecuencias acaban disparando irremisiblemente los gastos y produciendo indeseables problemas de salubridad. Invertir en el mantenimiento de los bajantes de las fosas sépticas es parte del confort de un hogar.
Una buena política que evite graves averías en la red de saneamiento debe formar parte del cuidado de esa propiedad que llamamos nuestro hogar para ahorar en intervenciones costosas por parte de empresas de desatascos normalmente con carácter de urgencia y en servicio 24 horas.
Pero vayamos a los detalles de los mantenimientos de los bajantes de las fosas sépticas. En cuestión de fosas sépticas el tamaño sí importa. Una de las condiciones para el buen diseño de una fosa séptica es su proporción. Cuanto mayor es su dimensión, mejor resultará la gestión de los residuos.
El objetivo es que las aguas sucias permanezcan el mayor tiempo posible en su confinamiento y que se pueda completar todo el proceso de separación y de transformación físico-química de las aguas residuales.
Pero también hay atajos. Una fórmula útil para acelerar la oxidación de la materia orgánica en instalaciones mayores es introducir aire en la fosa séptica mediante una bomba. Es la fórmula más recomendada para comunidades de vecinos cuyas viviendas están separadas de las líneas de alcantarillado.
Se trata de una forma muy ventajosa y barata que simula la actividad de una depuradora de pequeñas dimensiones. Resulta ideal para comunidades de vecinos porque los caudales de aguas sucias suelen ser variables. Un tiempo de procesamiento más rápido de las aguas fecales permite encajar picos de caudales altos y no exponerse a desatascar.
Un consejo para evitar llamadas a fontaneros urgentes por atascos de las fosas sépticas es achicar agua y derivar las aguas de lluvia a puntos del terreno circundante y no directamente a la fosa porque contribuyen a anular el proceso de oxidación aeróbica.
Lo ideal es conducir directamente a las fosas sépticas las aguas fecales de los inodoros y los residuos de naturaleza orgánica de las cocinas, pero nunca el resto de las aguas como las utilizadas en lavabos, en baños o en cualquier actividad de limpieza, que han de trasladarse por otras tuberías a pozos para el filtrado o zanjas, también porque su composición jabonosa reduce la acción depuradora de las fosas sépticas.
En este sentido, es imprescindible situar estratégicamente los conductos separadores de las grasas originadas en las cocinas antes de que se unan a los bajantes de las aguas que vienen de los inodoros. Sobre todo para impedir que se colmaten.
Resulta fundamental vaciar con regularidad el separador para evitar atascos. Los atascos más comunes de estos conductos a las fosas sépticas son los que protagonizan papeles de wc, compresas o pañales que han de depositarse en los contenedores de basura habituales.
Un buen mantenimiento de las conducciones de las aguas sucias a las fosas sépticas es invertir en salud y evitar costosas reparaciones urgentes de fontanería y desatascos.
