Cuando se va a adquirir calzado infantil, se debe tener en cuenta la zona del tobillo que muchas veces es la que más sufre, si es bota o zapato alto, llega a impedir el movimiento natural del tobillo (articulación tibio-peroneo-astragalina). Al caminar se debe tener libre dicha articulación.
En el caso de niños pequeños que todavía gatean, o que unos ratos gatean y otros ya se empiezan a poner de pie y caminar, también es importante dejar libre el juego del tobillo ya que su posición varía mucho según vayan a cuatro patas o de pie, por lo que se debe tener muy en cuenta lo dicho.
Y es que con un calzado que fije el tobillo se dificulta su forma natural de desplazarse: A veces lo que se pretende con ese tipo de bota dura es dar mayor estabilidad a la marcha (de por sí inestable) de un niño que comienza a andar con zapatos para niños.
Si la madurez corporal (equilibrio, fuerza, solidez de sus huesos y demás estructuras, etc.) de un niño le permite estar de pie y caminar sólo unos minutos, es un error intentar darle una estabilidad artificial por medio de un zapato duro y con el contrafuerte excesivamente alto- para que pueda andar más tiempo.
Con las botas y zapatos rígidos el niño estará incómodo en cualquier otra postura que no sea estar de pie, y en esa etapa su forma natural de moverse es reptar, gatear, e ir poniéndose de pie y empezar a andar poco a poco, conforme su evolución se lo vaya permitiendo.
De igual forma están ya en desuso los andadores (tacatás) porque fuerzan al niño a estar en una postura que por su edad (o su desarrollo corporal) aún no le corresponde y a desplazarse de una forma extraña, ya que se debe mirar que se está comprando un implemento para un niño, es decir, zapatos para niños.
Para quien piense que el tobillo del niño de un año es débil y debe reforzarse, se debe precisar que aún le debilitaremos más si le acostumbramos a llevar un armazón que lo sujete, para más información se puede acceder a la web para mas info.
En el caso de niños pequeños que todavía gatean, o que unos ratos gatean y otros ya se empiezan a poner de pie y caminar, también es importante dejar libre el juego del tobillo ya que su posición varía mucho según vayan a cuatro patas o de pie, por lo que se debe tener muy en cuenta lo dicho.
Y es que con un calzado que fije el tobillo se dificulta su forma natural de desplazarse: A veces lo que se pretende con ese tipo de bota dura es dar mayor estabilidad a la marcha (de por sí inestable) de un niño que comienza a andar con zapatos para niños.
Si la madurez corporal (equilibrio, fuerza, solidez de sus huesos y demás estructuras, etc.) de un niño le permite estar de pie y caminar sólo unos minutos, es un error intentar darle una estabilidad artificial por medio de un zapato duro y con el contrafuerte excesivamente alto- para que pueda andar más tiempo.
Con las botas y zapatos rígidos el niño estará incómodo en cualquier otra postura que no sea estar de pie, y en esa etapa su forma natural de moverse es reptar, gatear, e ir poniéndose de pie y empezar a andar poco a poco, conforme su evolución se lo vaya permitiendo.
De igual forma están ya en desuso los andadores (tacatás) porque fuerzan al niño a estar en una postura que por su edad (o su desarrollo corporal) aún no le corresponde y a desplazarse de una forma extraña, ya que se debe mirar que se está comprando un implemento para un niño, es decir, zapatos para niños.
Para quien piense que el tobillo del niño de un año es débil y debe reforzarse, se debe precisar que aún le debilitaremos más si le acostumbramos a llevar un armazón que lo sujete, para más información se puede acceder a la web para mas info.