A menudo todos y cada uno de nosotros utilizamos el ferrocarril como medio de transporte para ir de un sitio a otro. Viajamos con este medio de transporte debido a que con su alta velocidad llegamos a nuestro lugar de llegada en menos tiempo que con cualquier otro medio con similares características. También es un medio de transporte que requiere poco coste y que cuida el medio ambiente, ya que es el que menos consumo de combustible necesita para circular.
Para los empresarios que necesitan transportar mercancías de un punto a otro, la utilización del tren como medio de transporte es un acierto. Este medio brinda la posibilidad de cargar masivas cantidades de producto a cualquier punto importante de España, siendo el más económico que otros medios de transporte debido a su bajo coste.
Para que estos gigantes de la velocidad consigan desplazarse por el terreno, antes es necesaria la construcción de una consolidada red de vías férreas para posibilitar que el tren pase por encima de las mismas. Para salvaguardar la seguridad de este transporte y que no ocurran accidentes de descarrilamiento por parte del tren, es preciso que los materiales con los que se construyan las vías férreas sean de calidad. Con esta medida de prevención, en la que buscaremos un material resistente para aguantar todo el peso y presión necesaria, conseguiremos las mismas ni se deformen ni se rompan. Esto es más efectivo si con el tiempo lo ayudamos con un periódico y constante mantenimiento y revisiones sobre su estado.
Normalmente, las vías están construidas principalmente de hierro o acero debido a sus particulares propiedades. Estos materiales son capaces de aguantar grandes cantidades de peso y presión sin llegar a fracturarse el material. También son resistentes a los cambios climáticos, como pueden ser: bajas y altas temperaturas, fuertes nevadas o intensas lluvias. Por estas buenísimas propiedades, estos materiales se utilizan para la fabricación industrial de múltiples objetos de nuestro alrededor. Por ejemplo, el acero es utilizado para la carrocería de los coches o para la elaboración de cucharillas pequeñas de nuestra cocina. Si desea ver más productos industriales de hierro o acero puede visitar el siguiente enlace.
La estructura de la vía férrea está formada por: balasto, circuito de vía, hierro o acero, agujas para el desvío del tren y catenaria. El balasto tiene como función principal el mantener bien fijado las traviesas, que son las piezas de madera o cemento que atraviesan la vía para conseguir que los raíles queden bien sujetos. También sirve para amortizar la vibración del terreno cuando el tren pasa por encima de la vía.
