Pontevedra, centro neurálgico del turismo gallego

Pontevedra, centro neurálgico del turismo gallego

Pontevedra, centro neurálgico del turismo gallego

Turismo

Las cifras no engañan. Pontevedra reúne el 40% de los visitantes anuales que visitan Galicia, con lo que puede considerarse como la provincia más destacada en este ámbito de toda la comunidad.



 



Y es que atractivos no le faltan para que así sea. Las rías baixas, por ejemplo, son uno de los mayores reclamos de la zona, con su combinación de paisajes increíbles, gastronomía y vinos.



 



Sin ir más lejos, la playa de las Islas Cíes fue considerada por un periódico británico como la más bonita del mundo, el marisco y el pulpo gallego son de excelente calidad y se prepara en la zona como en ningún otro lugar, y el celebrado Albariño crece en demanda cada año.



 



Pero hay mucho más. Los amantes de la historia y la arquitectura encuentran en la provincia un lugar especial donde pueden tomar contacto con retazos de tiempos pasados. La cultura celta y sus vestigios, o las numerosas catedrales y castillos que jalonan la geografía pontevedresa son otro de los motivos que atraen a los visitantes a esta tierra.



 



La cultura gallega tiene una magia especial que atrapa al visitante. Tal vez sean sus gentes, o esa mezcla entre sociedad rural y moderna que caracteriza la Galicia actual.



 



Pero la realidad es que en un país que tradicionalmente se vende como turismo de Sol y playa, la Pontevedra gris y lluviosa ha registrado un incremento anual del 6% en el número de visitas procedentes del extranjero. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…



 



A pesar de que desde las instituciones se está haciendo una gran labor para promover el turismo en la zona de Pontevedra, muchos de los que vuelven lo hacen tras conocerla por primera vez de manera casual.



 



Por ejemplo, algunos de los que optan por el camino de Santiago portugués a través de 9 etapas descubren las maravillas de esta tierra en ese trayecto. Otros, como un viejo amigo, se lo deben a la divina providencia, que, en forma de extraño acontecimiento, los llevó a quedarse.



 



Un día paró a hacer un cambio de frenos en Salvatierra de Miño, y ya nunca quiso abandonar aquel lugar. Hoy vive feliz rodeado de gente sencilla y sin añorar su vida en la gran ciudad.

Ana GarcíaPontevedra, centro neurálgico del turismo gallego
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