Porque la oficina es un espacio al que dedicamos más del 50% de las horas del día, necesitamos que sea un espacio confortable y cuyo estilo vaya en nuestra sintonía; pero sobre todo que nos motive y relaje en el trabajo. Si tu oficina aún no está en línea con tu personalidad, es importante que renueves y la decores con algún estilo moderno.
A la hora de escoger el estilo de la oficina, se ha de tener en cuenta si queremos que se ajusten a nuestro estilo personal y a la vez sean lo más adecuadas para poder llevar a cabo nuestro trabajo, que es la razón fundamental de nuestra oficina. Es decir, tener una mayor productividad y que los días de más estrés y trabajo sean más llevaderos en nuestro espacio. De entre los estilos que podríamos elegir tenemos: estilo contemporáneo, toscano y moderno y minimalista.
Las oficinas en las que se ha establecido un estilo contemporáneo se singulariza por la inclusión de vidrio y cromo, así como figuras geométricas y arte colgada en la pared. Este tipo de oficina suele contar con detalles en madera, en líneas rectas y con formas geométricas. Las ventanas son básicas, sin mucha decoración; e incluso se puede optar por el uso de una persiana plisada.
Las oficinas de estilo toscano, se caracterizan por un estilo moderno/elegante que está muy presente en la decoración de las oficinas actuales. Este tipo de oficina se caracteriza por el diseño en curvas desde muebles de oficina como los muebles, lámparas y estanterías. En este tipo de espacio se recomienda cortinas que incluyen flecos y alfombras de estampados florales, así se consigue una imagen toscana moderna y elegante. A este tipo de estilo, se le puede añadir un sillón con estampado moderno, haciéndolo un elemento llamativo del espacio.
Pero si quieres que tu espacio de oficina esté repleto de detalles modernos y lo más funcionales, sería el estilo moderno y minimalista. Esta decoración se caracteriza por el uso de una decoración poco cargada y con lo mínimo y necesario para realizar las tareas del trabajo. En cuanto al mobiliario ha de ser líneas simples y sencillas, y así se consigue el efecto moderno. Una ventaja de este estilo es que se convierten en espacios que logran que no existan distracciones. El color que predomina son tonalidades sobrias que se destacan con muebles de tonalidades claras, como blanco.
