Hace varios años que vivo en la capital y, tras demasiado tiempo viviendo de alquiler, me atreví por fin a comprar mi vivienda, un pisito por la zona de Atocha que me permitía por fin poder decir que tengo mi propia casa. Quise renovar algunas estancias y como me encantan los fogones, empecé por la cocina, así que me puse a buscar tiendas de cocinas en Madrid.
Encontré una amplia oferta y, cómo no, mi indecisión apareció, sumada a la falta de información, para tenerme varios días pegada al ordenador buscando tiendas y opiniones. Conseguí una larga lista, que lógicamente no iba a visitar porque podría pasarme todo un verano volviéndome loca viendo exposiciones, pero sí que revisé varias webs (diría que todas las de la lista) y llamé a muchas de ellas para saber más acerca de los servicios que me ofrecían.
Tras contactar con varias, me quedé con tres y las elegí porque tenían amplias exposiciones que me permitirían hacerme una idea de los resultados que podría elegir para mi casa. La primera de ellas estaba bastante cerca, así que me pasé un viernes tras comer con compañeros de trabajo. Aprovechando ese ratito, les pedí opiniones y uno de ellos me dijo que él había escuchado hablar de Pavimarsa porque trabaja con numerosas marcas, todas de bastante prestigio y que tenía una exposición bastante amplia. La verdad es que era una de las opciones que me quedaba. Me resultó curioso eso del boca a boca, porque había sido su hermano el que ya había comprado allí azulejos para su casa y también hizo una piscina y contó con ellos para el material del pavimento exterior y todo el interior de la piscina.
Salí de la tienda, primer tic hecho a mi lista de tiendas de cocinas en Madrid. La verdad es que me gustó bastante, ya que pude ver dos o tres que encajaban en mi estilo y que imaginé en mi cocina, pero quise ir a Pavimarsa para ver qué me ofrecían. A la semana siguiente allí estaba….menuda exposición, aquello era bastante grande, pero todo muy bien distribuido, por lo que pude ir directamente a los ambientes de cocina y disfrutar de toda la oferta que tenían. La atención que me dieron también fue muy adecuada, ya que odio esa sensación de presión que te provocan en algunas tiendas. En Pavimarsa para nada lo sentí así, ya que estuvieron asesorándome en función de lo que les indiqué, que buscaba una cocina tradicional, que no pasara de moda en pocos años.
Volví a casa encantada y taché el resto de la lista, ya tenía dos visitas hechas y no necesitaba más. Sé que la oferta de cocinas en Madrid es demasiado grande, y no digo que mi elección sea la mejor, pero me quedé con Pavimarsa porque me gustaron varios de sus productos y todos pertenecían a marcas españolas. Eso me pareció importante, que fuesen productos hechos aquí, a un precio bastante bueno y, sobre todo, con una calidad máxima. Además, sus diferentes servicios postventa me resultaron muy buenos, así que mi elección ya estaba más que hecha.
Seguiré reformando alguna de mis estancias en mi pisito, poco a poco, y sé que, después de los buenos resultados que he tenido con Pavimarsa, seguiré confiando en ellos.
