La harina es uno de los alimentos más utilizados en la cocina. Mezclándola con agua, aceite y huevos permite la preparación de varias recetas de la cocina mediterránea, como pan, pastas y postres.
La harina se obtiene al moler grano o vegetales. Las harinas más comunes son las derivadas del trigo y entre ellas podemos hacer una distinción básica entre harina de trigo integral y la harina blanca (o refinada) y distinguir diferentes tipos: Tipo 0 harina, tipo 00, tipo 1, tipo 2, integral, fuerte y especial.
La harina blanca también se conoce como harina de trigo y se presenta en gránulos finos, redondeados y blancos, debido a que el grano es despojado de su capa externa.
La harina de trigo integral se llama también harina de trigo duro y tiene gránulos más grandes y angulares, de color amarillo pálido. El término "integral" significa que se utilizan todos los componentes de la semilla, a diferencia de la refinada. Es un alimento completo, muy nutritivo, rico en fibra, proteínas, minerales y ácidos grasos.
Pero, ¿cómo funciona el proceso de transformación del grano?
El primer paso es la cosecha, o el corte de la planta cuando el grano está listo, entonces se pasa al trillado, que es la separación de los granos de la paja, para pasar después al acondicionamiento, es decir, aumentar la humedad del grano, y posteriormente a la trituración o molienda de los granos que se lleva a cabo en un molino y, finalmente, al refinado en el que se produce la separación del salvado de la harina.
El sistema de molienda más antiguo es el de piedra, en la que el grano de trigo pasa a través de un par de piedras naturales que giran lentamente y la desmenuzan.
Pero el universo de la harina es mucho más variado. De hecho, hay muchos tipos diferentes, con diferentes cantidades de gluten e igualmente diferentes valores nutricionales. Veamos los principales:
- Harina de espelta: se utiliza para preparar pasta, pan y tartas. Es de fácil digestión, contiene vitaminas, minerales (especialmente magnesio) y un alto contenido en fibra.
- Harina de centeno: se utiliza en la producción de pan negro, bollería y horneados, es rica en fibra y minerales como sodio, el potasio y calcio.
- Harina de castaña: de color avellana y dulce sabor.
- Harina de kamut: fina y de color amarillento. Es muy digerible, tiene un alto valor nutritivo y es rica en vitaminas, minerales y proteínas. Adecuada para deportistas, niños y ancianos.
- Harina de quinua: tiene un alto valor nutritivo.
- Harina de avena: derivada de avena, tiene un alto contenido en fibra y proteínas. A menudo viene mezclada con otras harinas.
- Harina de trigo: conserva el salvado de trigo, por lo tanto, es rica en fibra. Es un alimento muy completo que con frecuencia se mezcla con harina blanca.
- Harina de maíz: libre de gluten, tiene un grano fino y un sabor suave. Es un alimento calórico y saciante que contiene hierro, fósforo y potasio. Se utiliza para preparar pan, polenta, tortillas mejicanas y postres.
- Harina de cebada: libre de gluten, de color marrón claro y sabor intenso. Excelente para la preparación de pan y pasta fresca.
- Harina de arroz: libre de gluten, de color blanco y muy fina. Es ligera, fácil de digerir y rica en almidón.
- Harina de amaranto: libre de gluten, se utilizado en recetas de platos dulces o salados. Contiene proteínas, fibra y sales minerales.
- Harina de mijo: libre de gluten, tiene un sabor delicado y dulce, y contiene hierro, magnesio, fósforo y betacaroteno.
- Harina de trigo sarraceno: de color grisáceo, es libre de gluten y sabor de nuez. Normalmente se mezcla con otras harinas, debido a su sabor amargo. Tiene un alto contenido en fibra. Se utiliza para la producción de pan, bollos, pasteles, pizza y polenta.
Ahora que tienes más detalles de este universo, sólo tiene que elegir cuál probar primero!
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