Hace más de diez años una crisis económica azotó al mundo occidental. En España concretamente dicha recesión llevó al país a un estado de colapso económico nunca antes vivido antes. Once años más tarde, este fenómeno ha hecho que los nuevos (y los antiguos) empresarios españoles conozcan nuevas fórmulas para optimizar sus negocios. En este punto, el alquiler de salas en Madrid ha dinamizado la actividad empresarial de la ciudad.
Si algo positivo han traído las distintas desaceleraciones de la economía global a lo largo de la historia, es que en todas ellas han aflorado las capacidades creativas e intelectuales del ser humano ante la adversidad. En este ciclo devastador, la colaboración e interacción entre distintos sectores de la economía y del tejido empresarial han resultado claves en la recuperación, parcial, de España. Creación de empresas jóvenes de procedencia íntegramente digital, modelos de financiación alternativos y, sobre todo, compartir espacios, gastos y distintas tempestades que habitualmente suponen un quebradero de cabeza a los empresarios.
Estos factores junto con la eclosión del uso de las redes sociales, hacen que todo se comparta. Es la única norma. Lo mismo da que compartamos una habitación durante una noche que un coche durante un trayecto. En Madrid, los empresarios realizan el alquiler de salas cambiando la metodología de trabajo. Cambiando horas por productividad. Se crean vínculos entre las firmas que acaba cristalizándose en asociaciones, integraciones de servicios entre unas y otras y, en definitiva, éxito mutuo.
En definitiva, la respuesta de los nuevos inversores y de la gente con ideas brillantes ha sido unirse. Formar puentes. Por suerte, cada vez hay más formas de tenderlos y más redes que se dedican precisamente a ello. Ya sea a través del alquiler de salas en Madrid o por medio de cualquier tipo de asociación entre prestar multitud de servicios a cambio de dinero u otros servicios. De la adversidad nace la oportunidad. Y si la unión hace la fuerza, la asociación en este caso genera prosperidad.
