El hormigón o el conocido concreto en el continente americano ha desarrollado y perfeccionado su técnica, sobre todo durante este siglo.
El material de construcción formado principalmente de aglomerante (cemento), agua y áridos (grava, gravilla y arena) ha sido posicionado como un elemento vital en la edificación de puentes, paredes o pisos.
Hasta hace poco, la fuerza, la resistencia del hormigón se fusionó con posibilidades estéticas y coloridas creando una gama variada para usar en diferentes escenarios.
El hormigón impreso
Aunque hace más de una década comenzó a implementarse esta técnica, sus posibilidades han sido aclamadas, recientemente, gracias a su amplia gama en texturas y colores.
Terrazas, pisos en entornos recreativos como parques o piscinas, entradas de patios o garajes, plazas y supermercados han apelado al hormigón impreso.
El hormigón impreso tiene la superficie pigmentada y un bajorrelieve, grabado mientras se preserva la frescura del hormigón, mediante moldes de neopreno que dan las texturas.
Características:
- Resistente para pisos que mantienen un alto tráfico y que está expuesta a choques ocasionales.
- Duradero, ya que soporta manchas de grasa o petróleo sin deteriorar su aspecto y facilitando la limpieza.
- Mantenimiento de frecuencia baja ya que aunque por lo general son pisos que están bajo la intemperie con una aplicación de barniz anual es suficiente para preservar su buen estado.
- Visualmente puede simular baldosas, madera, pizarra, adoquines o piedra.
- Las gamas de sus tonalidades pueden ser infinitas, según la intención particular y el lugar destinado para cimentar.
Instrucciones para su uso:
- Nivelación del suelo: es indispensable preparar la superficie, alisar el hormigón fresco con una llana, ideal si es de magnesio.
- El encofrado: se debe realizar este paso como se sienta más cómodo según sus necesidades: serpenteado, redondo o recto.
- Aplicación del plástico (aunque este paso es opcional, lo recomendamos).
- Montaje de la tela metálica.
- Aplicación de la capa de hormigón, aplanar y alisar con la llana.
- Aplicación del pigmento seleccionado.
- Aplicación de antipegamento (en polvo).
- Intervención de la superficie con moldes para crear las texturas.
- Secado entre 12 y 72 horas para cuidar la dureza del hormigón.
- Lavado del desmoldeante con agua a presión.
- Aplicación de barniz para generar protección y brillo.
Condiciones para su uso exitoso:
- Se debe proporcionar una tonalidad uniforme al hormigón.
- La compatibilidad con la cal es indiscutible, de lo contrario la descomposición será inminente durante el fraguado del cemento.
- La estabilidad del volumen y las resistencias mecánicas no se deben alterar.
- Revisar la compatibilidad del agente liberador con el producto colorante.
- El uso del barniz final es muy importante para sellar la superficie, ya que penetrará los poros del hormigón formando una capa que protegerá en las heladas, así mismo mejorará la resistencia a la abrasión. Es importante aplicar esta resina en una temperatura mínima de 5 °C y máxima de 30 °C.
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