Poseer una imagen de marca es vital a la hora de atraer nuevos clientes y otorgar una magnífica primera impresión a los posibles compradores de un producto o servicio. Dicen que no hay nada como una buena primera impresión, y precisamente esa es una de las principales finalidades del branding; impactar positivamente en un primer momento para desencadenar un proceso de interés y deseo cuya finalidad última es la compra o conversión de clientes.
El branding se compone de varios elementos, tanto visuales como intangibles, y todos ellos conforman un conjunto único sobre cada marca y empresa, que será identificativo de cada una. Entre estos elementos se encuentran algunos como el logotipo, tipografía, paleta de colores, assets de marca, valores, responsabilidad social corporativa u otros aspectos tales como la misión, visión y valores de la empresa. Decimos que el conjunto final es único dado que cada uno de estos elementos es una variable con infinidad de opciones y cohesiones entre sí, algo que acaba ofreciendo como resultado final una imagen única y propia a cada empresa y marca.
Sin embargo y por mucha variedad de opciones que existan, todos esos elementos han de encontrarse alineados bajo una estrategia sólida y coherente, que evite disonancias entre los diferentes aspectos que la componen para así transmitir confianza y seguridad a los posibles clientes. Ejemplo de estas prácticas podrían ser por ejemplo emplear una tipografía simple y sin demasiados adornos si lo que queremos transmitir es una imagen de innovación y modernidad, emplear colores relacionados con la actividad de la empresa: si tratamos de una empresa dedicada al agua y saneamientos, el color que mejor lo representará será el azul y no el amarillo. A estos ejemplos pueden sumarse gran cantidad de alternativas y variables, aunque para conocerlas todas en mayor profundidad, es preciso y recomendable acudir a una agencia especializada en el diseño gráfico para empresas.
Nunca será mejor momento para digitalizar tu negocio y crear una nueva imagen corporativa con la que sorprender a tus clientes. El mercado y competidores avanzan, y tú no has de quedarte atrás. Por ello, has de invertir en un diseño gráfico de calidad ofrecido por un equipo experto y conocedor del nuevo contexto digital. El diseño gráfico para empresas es una de las disciplinas con mayor repercusión e impacto a corto plazo, y una de las estrategias más empleadas para renovar rápidamente la percepción e imagen de marca. Sin duda alguna, una de las mejores para hacer frente a este nuevo contexto digital que 2022 depara.