Las diferentes organizaciones deportivas han comenzado a explorar las posibilidades que la Web 3.0 ofrece, y no son pocos los clubes, ligas y marcas que hoy buscan subirse a esta tendencia con la finalidad de generar nuevos modelos de negocio y crear nuevos canales para la interacción con sus seguidores.
Un claro ejemplo es la creación del primer “estadio en el metaverso”, una colaboración entre Sony y el equipo de la Premier League Manchester City para crear una réplica virtual de su estadio, el Etihad Stadium, lo que permitirá que los aficionados puedan ver los partidos del club de una manera inmersiva desde cualquier parte del mundo, tal y como si estuvieran en el estadio real. Esto es considerado un fenómeno que puede cambiar el modelo de negocio actual, no sólo en el futbol sino en toda la industria del deporte y el entretenimiento.
“Si bien el concepto del 'metaverso' en estricto sentido aún está lejos de ser una realidad, cada vez son más las empresas que están desarrollando sus propios mundos inmersivos con realidad virtual. Estos espacios permiten una interacción más vívida entre las personas, sin importar el lugar donde se encuentren. Esto permite a los usuarios, creadores de contenido y empresas romper muchas barreras culturales, económicas e ideológicas. México cuenta con mercados y productores potenciales, por lo que este ecosistema verá un rápido crecimiento en los años por venir”, menciona Rodrigo Marbán, socio del área de Transformación Digital de BC&B, firma legal y de negocios.
Junto a este modelo también llegan los NFT (token no fungible), que son bienes digitales verificados a través del blockchain, imposibles de copiar o intercambiar de forma similar. “Una analogía para entender los NFT en el mundo de los coleccionables, es pensar en ellos como una especie de certificado de autenticidad. Los archivos electrónicos son, por naturaleza, fáciles de replicar y redistribuir, entonces lo que hace el NFT es añadir una validación a través del blockhain, que certifica que esa pieza de arte digital es, en efecto, auténtica y original”, explica Rodrigo Marbán