Durante los últimos tiempos, el problema de la crisis energética y la emergencia climática está sobre la mesa. Aunque en realidad este último asunto lleva en la agenda pública desde finales del pasado siglo. No obstante, ya no es un problema del que ocuparse, es una obviedad y una urgencia. Todo ello, sumado al conflicto entre Rusia y Ucrania y al desarrollo de las estructuras en energías renovables, hace que seguir consumiendo combustibles fósiles para el suministro de ciertos servicios tenga más que ver con el poder de algunas empresas, organismos y gobiernos que con la originaria idea de que es la única manera de suministro. Invertir en district heating no solamente es invertir en energía limpia y en desarrollo –que lo es-. También es invertir en independencia energética y en prosperidad económica.
Lugares que ya conocen lo que es invertir en District Heating
En España, hablar de district heating es todavía hablar de una gran minoría. Al contrario que en países como Dinamarca en el que estos sistemas suponen más de la mitad del abastecimiento energético, en España todavía se lucha por llegar al 1%. Dato negativo, sin duda. Pero hay brotes verdes. En Ávila está en marcha una red de calor que proporcionará servicio mediante energías renovables a más de 10.000 edificios -7.000 de ellos viviendas residenciales-. Encontramos también casos similares en otras ciudades como León, Palencia, Móstoles o Burgos, entre otras. Ejemplos de sostenibilidad y eficiencia energética en los que la innovación, el talento empresarial y el apoyo de instituciones públicas van de la mano.
El momento de invertir en district heating y proyectos de suministro de energía sostenible es ahora. Nuestro país cuenta con enormes espacios de horas de sol al año, con la posibilidad de valorizar las podas saludables que se realizan en bosques y con capacidad para producir energía eólica y otros tipos. Es por ello que una transición ecológica no solamente es posible. Sino que debe llegar ya.
