Los materiales biodegradables son aquellos que pueden ser descompuestos por la acción de microorganismos y agentes biológicos presentes en el medio ambiente, sin dejar residuos contaminantes como los microplásticos. Estos materiales suelen tener un origen vegetal o animal, y se caracterizan por su capacidad de integrarse al ciclo natural de la materia y la energía. Algunos ejemplos de materiales biodegradables son el papel, la madera, la lana, los alimentos orgánicos y algunos tipos de plásticos elaborados a partir de almidón de maíz o trigo. Los materiales biodegradables tienen muchas ventajas desde el punto de vista ecológico y económico. Algunas de ellas son: - Reducen la cantidad de residuos que se generan y se acumulan en los vertederos, disminuyendo el impacto ambiental y los costes asociados a su gestión. - Favorecen el compostaje, que es un proceso natural de transformación de la materia orgánica en abono para las plantas. - Evitan la contaminación del suelo, el agua y el aire por sustancias tóxicas o persistentes que pueden afectar a la salud humana y a la biodiversidad. - Promueven el desarrollo de una economía circular, basada en el aprovechamiento de los recursos y la minimización de los desperdicios. - Fomentan la innovación y la creación de nuevos productos y servicios que respondan a las necesidades y expectativas de los consumidores responsables.
