El Quehacer de un Médico: Telemedicina vs. Consultas en Persona
Un médico general es un especialista que se ocupa de la prevención y el tratamiento de enfermedades específicas. Examina a los pacientes, llega al corazón de sus problemas, realiza diagnósticos; tiene que tomar decisiones cruciales de las que depende el destino e incluso la vida de los pacientes. Por tanto, no se puede sobrestimar la responsabilidad que todos profesionales médicos tienen para con sus pacientes. Además, esta profesión exige la adhesión a principios éticos específicos.
Especialidades
Existen innumerables especialidades médicas diferentes, por lo que, para una descripción más clara, conviene clasificarlas según los siguientes criterios:
En primer lugar, todos los médicos se dividen en clínicos y diagnosticadores.
Los clínicos son los médicos que interactúan directamente con el paciente. Examinan al paciente, recogen su anamnesis (historial médico), lo remiten a un especialista cuando es necesario y, a continuación, hacen un diagnóstico final y prescriben un tratamiento específico. Entre los profesionales de la salud hay especialistas como médicos generalistas, pediatras, cirujanos, neurólogos, psiquiatras, traumatólogos ortopédicos, gastroenterólogos, otorrinolaringólogos, oftalmólogos, neurocirujanos, endocrinólogos, ginecólogos, urólogos, médicos de familia, etc.
Los diagnosticadores, por su parte, realizan ellos mismos pruebas y dan a los pacientes opiniones descriptivas, pero sin derecho a emitir un diagnóstico definitivo. Se trata de radiólogos, ecografistas, diagnosticadores de laboratorio, diagnosticadores funcionales, etc.
En segundo lugar, todas las especialidades médicas se dividen también en quirúrgicas y no quirúrgicas.
Los médicos con una especialidad quirúrgica son aquellos que realizan no sólo operaciones importantes, sino también procedimientos invasivos como resecciones, punciones, biopsias o incluso inyecciones rutinarias. Llevar a cabo todas estas manipulaciones exige que los propios médicos reciban a los pacientes en salas de régimen especialmente diseñadas y con elevados requisitos antisépticos.
Además de cirujanos de diversas direcciones, la lista de médicos con esta especialidad incluye obstetras, ginecólogos, urólogos, oftalmólogos, otorrinolaringólogos, dentistas, etc.
Los especialistas no quirúrgicos examinan y tratan a los pacientes utilizando cualquier método no invasivo (por ejemplo, palpación, auscultación, tomografía, etc.) Entre estos médicos se incluyen todos los especialistas en diagnóstico, así como internistas generales, pediatras, inmunólogos, dermatólogos, cardiólogos, gastroenterólogos, endocrinólogos, neurólogos, psiquiatras, etc.
En tercer lugar, según el nivel de especialización, se distinguen médicos de perfil estrecho y amplio.
Un claro ejemplo de generalista es el médico de familia. Tiene conocimientos básicos en todas las especialidades, por lo que, a diferencia de un médico generalista ordinario, puede diagnosticar muchas más enfermedades, pero si no está suficientemente cualificado para tratar a un paciente, lo deriva a un médico altamente especializado.
Los subespecialistas son médicos que trabajan con un órgano o enfermedad concretos y cuya profesión es una rama de una especialidad mayor. Por ejemplo, un flebólogo es un cirujano que trata las venas; un fonólogo es un otorrinolaringólogo que trabaja con las cuerdas vocales; un parkinsonólogo es una subespecialidad de un neurólogo que trata la enfermedad de Parkinson; un narcólogo es un psiquiatra que ayuda con la adicción a las drogas o al alcohol, etc.
Sin embargo, algunas especialidades no se prestan a una clasificación general, y entre ellas hay que distinguir al patólogo y al forense. El primero estudia el efecto de diversos tipos de enfermedades sobre los cambios en la estructura de tejidos y órganos, mientras que el segundo realiza exámenes médicos de víctimas de diversos delitos. Ambas profesiones desempeñan un papel crucial, porque sin patólogos los médicos no tendrían una visión completa del desarrollo de muchas enfermedades graves, y sin forenses la ciencia forense sería casi imposible.
Médicos de Telemedicina
Últimamente, las consultas de telemedicina son cada vez más populares.
La consulta de telemedicina es una consulta realizada por un especialista médico a distancia utilizando diversas plataformas en Internet. Cada año este tipo de servicio médico gana impulso y popularidad entre los pacientes porque:
ahorra tiempo al paciente (no se pierde tiempo en desplazamientos);
es cómodo para personas de otras regiones que necesitan la opinión de un especialista sobre su diagnóstico;
reduce los contactos entre personas, no hay que perder tiempo esperando cita en la clínica.
En qué Situaciones Pueden ser Útiles las Consultas de Telemedicina
Todas las consultas médicas pueden dividirse en dos tipos: primarias, cuando un paciente se encuentra con un médico por primera vez, y secundarias, cuando el paciente ya ha visto al médico en una cita regular.
Por regla general, antes de ir a ver a un médico por primera vez, los pacientes lo buscan a través de conocidos o en páginas web especializadas, estudian reseñas e información sobre el especialista. Un médico para una cita de telemedicina puede buscarse del mismo modo: existen servicios de telemedicina especiales para encontrar especialistas que consultan en línea.
Las citas iniciales a distancia tienen características específicas: por ejemplo, durante una videoconsulta se puede recibir asesoramiento médico, pero no se puede obtener un diagnóstico preciso, abrir una baja ni prescribir el tratamiento adecuado.
Esto se debe a que durante una visita presencial, el médico pregunta por las dolencias y recoge la anamnesis, es decir, el historial médico, examina al paciente y realiza una exploración física, que puede incluir palpar el punto dolorido, dar golpecitos en el abdomen o el pecho y escuchar los sonidos que se producen cuando funcionan los órganos internos.
Después, el médico formula una hipótesis sobre una posible lista de afecciones patológicas. Para comprobar la hipótesis, designa estudios de laboratorio, instrumentales y de radiación. Y sólo cuando sus resultados estén listos, el médico analiza los datos obtenidos y determina el diagnóstico.
En una videollamada, el médico sólo puede recoger las quejas y la anamnesis. No es posible hacer un diagnóstico preciso a partir de estos datos. Sin embargo, si el paciente ha tenido una cita presencial y el especialista ya ha diagnosticado y prescrito un tratamiento, el médico puede decidir que el seguimiento posterior pueda continuarse a distancia utilizando tecnologías de telemedicina. Una consulta repetida de telemedicina tiene menos limitaciones que una cita presencial.
Durante una teleconsulta repetida, el médico especialista tiene derecho a recoger y analizar información sobre el bienestar del paciente, escribir recetas médicas electrónicas y, si es necesario, ajustar el tratamiento. Si la persona estaba de baja por enfermedad, el médico puede cerrarla o prolongarla.
Es entonces cuando una primera consulta de atención médica a distancia puede ser útil:
Una persona se encuentra mal y está tratando de decidir si debe acudir al médico para una consulta presencial. Y en caso afirmativo, a qué especialista;
necesita saber cómo prepararse para una cita médica presencial: por ejemplo, qué documentos médicos debe llevar o qué dieta seguir antes de un procedimiento diagnóstico;
necesita asesoramiento médico que no requiere un diagnóstico. Por ejemplo, una persona está pensando en sustituir su medicación por un genérico y quiere saber hasta qué punto es seguro;
necesita asesoramiento sobre cambios en el estilo de vida o rehabilitación tras una enfermedad. Por ejemplo, una persona quiere saber cómo dejar de fumar;
el paciente ya ha recibido un diagnóstico tras una consulta presencial, pero quiere una segunda opinión de otro médico.
En estos casos, sería conveniente una segunda consulta:
necesita prolongar o cerrar su baja por enfermedad
necesita obtener otra receta para un medicamento que toma habitualmente
el paciente ya está siendo tratado por este especialista y tiene nuevas molestias
el paciente no puede acudir personalmente a otra cita con su médico, por ejemplo, porque está de vacaciones o de viaje de negocios.
Al mismo tiempo, hay un campo médico en el que funcionan bien tanto las consultas primarias como las secundarias de telemedicina: la psicoterapia.
Lista de control para una consulta médica en línea eficaz y segura
Comprobación de un servicio de asesoramiento telefónico. Estás ante un agregador o aplicación fiable si:
Proporcionan exactamente servicios médicos, no servicios de información. Esto suele indicarse en la sección "Acerca de" o simplemente en el texto de la descripción de la aplicación o agregador.
Garantizan la seguridad de los datos médicos. La información sobre cómo el sitio o la aplicación protegen la información médica suele estar en la descripción del sitio de la aplicación o del agregador.
Proporcionan información completa sobre la organización médica consultante: clínica, médico consultante - su nombre, licencia, especialidad, experiencia laboral. Esto se puede encontrar en la ficha personal del médico.
Antes de la consulta ofrecen firmar un consentimiento informado voluntario en formato electrónico. Este documento lo rellenan todas las personas que utilizan los servicios médicos. Si le ofrecen un consentimiento voluntario informado, significa que el sitio es realmente médico y no fraudulento.
Conclusiones
Las consultas de telemedicina se diferencian de las presenciales en que el médico y el paciente están conectados por medios tecnológicos: vídeo, audio o chat de mensajería.
Es difícil hacer un diagnóstico preciso durante una primera consulta a distancia. Pero es una buena forma de saber si es necesario acudir a una cita presencial o pedir una segunda opinión. Además, el médico puede proporcionar consejos médicos útiles.
Una segunda consulta a distancia con su médico le permite evitar algunas de las visitas rutinarias a la clínica, por ejemplo, para cerrar su baja por enfermedad u obtener otra receta.