Siempre nos ha fascinado el mar, un mundo que percibimos lleno de misterio, formado por un estado de la materia en el que no estamos habituados a vivir. Desde tiempos inmemoriales, el mar ha despertado nuestra curiosidad, siendo objeto de leyendas y mitos.
Lo han llegado a denominar la última frontera de nuestro planeta. Aunque ya incursionamos en el espacio fuera del planeta, los océanos siguen siendo áreas desconocidas en gran parte.
Esta fascinación ha llevado a que se hayan buscado formas de poder incursionar en este mundo subacuático. Desde rudimentarios artilugios, pasando por escafandras mejoradas, aunque aparatosas, hasta los modernos sumergibles y la escafandra autónoma de buceo y sus complementos.
Hoy en día es posible que cualquier persona viva la aventura de adentrarse en el fondo marino, conociendo sus paisajes y su fauna y flora tan particular. Vivir la inigualable experiencia de respirar bajo el agua y desplazarse ingrávido en el medio líquido, es algo que jamás olvidarás.
Sin embargo, el buceo autónomo no es algo exento de riesgos, se trata de una actividad que requiere la adecuada preparación, conocimiento técnico y habilidad. Claro está, en su versión de aguas de baja profundidad, es una actividad al alcance de casi todos, siempre y cuando recibas el entrenamiento básico adecuado.
De ahí lo relevante del bautizo de buceo, saber en qué consiste, cómo llevarlo a cabo de forma segura y quién puede realizarlo. Todo en función de que puedas disfrutar de la maravillosa experiencia del buceo con la mayor seguridad posible.
El buceo
El buceo autónomo o escafandrismo, consiste en sumergirse bajo el agua utilizando una escafandra autónoma o lo que popularmente se denomina equipo de buceo. Cuando esta actividad se lleva a cabo en aguas marinas, se denomina submarinismo.
Modernamente, el submarinismo se realiza empleando un equipo básico que consiste en un cilindro o botella con oxígeno comprimido que llega al submarinista gracias a un sistema de mangueras y regulador.
Dicho regulador reduce la presión del aire comprimido, equiparándola a la presión del agua circundante, a fin de que pueda respirar normalmente.
Adicionalmente, se requiere un visor o máscara de buceo, aletas, chaleco de flotabilidad, barómetro, un reloj y, en ocasiones, un traje de neopreno o material aislante. Siempre es conveniente portar un cuchillo de buceo, para liberar ataduras u otros obstáculos imprevistos.
Con estos equipos puedes realizar el llamado buceo recreativo, el cual se lleva a cabo en profundidades no mayores a 20 o 40 metros. Para alcanzar profundidades ya cercanas a los 100 metros, se requieren mezclas especiales de gases.
Sus riesgos
Como toda actividad deportiva, el buceo no carece de riesgos. En este caso los hay relacionados con los peligros de enfrentar ciertos animales marinos, que incluyen una larga lista, desde tiburones, medusas, morenas, peces escorpión, rayas, entre otros.
Por otra parte, pueden presentarse problemas al enredarse en cuerdas o algas marinas, lo cual puede generar pánico aún en buceadores expertos. Igualmente, el quedarse sin aire por fallas en el equipo o mal control de la inmersión.
Luego, están las lesiones físicas producto de las diferencias de presión, aunado a descensos o ascensos apresurados o a aguantar la respiración en el proceso. Esto último es común en los aprendices. Todo lo cual puede causar desde lesiones de tímpanos hasta lesiones pulmonares.
Por tanto, es clave, aprender a respirar adecuadamente con el equipo, dominar los ritmos de descenso y ascenso, así como estar pendiente de señales indicadoras, como el dolor de oídos. Incluso, hay reglas respecto a cuánto tiempo debes esperar para abordar un avión una vez que has realizado una inmersión.
El bautizo o bautismo de buceo
La mejor forma de iniciarse en el mundo del buceo es con el llamado “bautizo de buceo”. Este consiste en una primera experiencia de inmersión a poca profundidad, entre 5 y 10 metros, previo haber recibido un curso básico corto.
La idea es que tengas un abreboca de la experiencia de sumergirte, el manejo del equipo y experimentar la maravillosa sensación de la inmersión. Todo en un ambiente controlado y seguro. Lo puede realizar cualquier persona a partir de los 10 años de edad, que se encuentre en condiciones físicas adecuadas.
El bautizo de buceo busca que, a partir de esa primera experiencia, puedas decidir si de verdad bucear es lo tuyo. De ser así, el paso siguiente es hacer un curso completo para poder certificarte como submarinista.
En el curso para tu bautizo de buceo te explicarán el uso de los equipos, los elementos básicos de seguridad, como respirar, moverte en el agua, como compensar la presión en los oídos, limpiar el visor o máscara estando sumergido y como cuidar la profundidad, entre otros aspectos relevantes.
Luego, realizarás una inmersión de práctica en piscina, donde llevarás a cabo una serie de ejercicios diseñados para poner en práctica la teoría aprendida. Una vez preparado, realizar tu bautizo con la inmersión marina de unos 40 minutos a baja profundidad. Todo esto acompañado de cerca por un instructor o monitor experto.
Los bautizos de buceo no implican una certificación como buceador, sin embargo, sirven como primer paso, si luego decides continuar con un curso formal conducente a un certificado.
Formarte como submarinista
Tal como leemos en ElPeriódicodeAquí, para realizar el bautizo de buceo y, en caso de decidirte, continuar con el curso para certificarte como buceador, lo primero es seleccionar una escuela de buceo reconocida y certificada. Con instructores expertos, que cuente con todos los equipos en perfectas condiciones y las medidas de seguridad adecuadas.
Las dos técnicas de enseñanza de buceo reconocidas son el curso PADI y el curso SSI, cada uno de los cuales cuenta, a su vez, con su curso de bautizo de buceo. En el caso del PADI es el Discover Scuba y para el SSI es el Try Scuba Diving.
Las siglas PADI (Professional Association of Diving Instructors) hacen referencia a una asociación de instructores certificados, en tanto que SSI se refiere a una asociación de escuelas (Scuba Schools International).
Estos sistemas tienen diferencias entre sí, en cuanto a la flexibilidad de la secuencia de ejercicios y módulos de instrucción, acceso a los manuales y en la forma de enseñar las habilidades y técnicas requeridas.
