Preguntarse si las estanterías de las que estamos haciendo uso en nuestro almacén son o no las más adecuadas, es una pregunta importante ya que los equipos de trabajo con una piez básica para las operaciones logísticas. Una mala elección de estas puede dar lugar a riesgos para los propios trabajadores, así como económicos para la empresa.
También pueden surgir riesgos en el caso de estanterías industriales que han sido bien escogidas para su finalidad pero no están siendo utilizadas de forma correcta y no se las está cuidando como se debería. Cuando hablamos de estanterias metalicas, nos estamos refiriendo a estructuras cuya finalidad es soportar elevadas cargas en altura, pudiendo almacenar elevadas cargas de peso.
Durante los trabajos realizados de los equipos de manutención, como las carretillas o cualquier otro dispositivo que ayudan a la manipulación de las cargas, pueden existir impactos hacia la estructura de las estanterías. Estos golpes producen daños sobre los pilares de estas, haciendo que existan daños que pueden desestabilizar a la estantería.
Por esta razón existen normas de aspecto técnico con respecto a los puntales que estas han de tener. Han de estar a una longitud de 1 metro, que al ser doblados a 3 mm en cara frontal y de fondo, o 5 en la cara frontal en la dirección longitudinal, se trata de daños suficientes como para comprometer el funcionamiento de esta y se deba de descargar de peso y dejar en desuso el área que haya sido afectada hasta que esta sea debidamente reparada.
Sabiendo la velocidad a la que se trabaja y los pesos que se transportan, se puede conocer la frecuencia de impacto sobre estas y el control de los márgenes de deformación, hace que sea básico las inspecciones técnicas periódicas para que estén controlados los daños y exista siempre un control sobre los riesgos de la instalación.
