El mármol, se caracteriza por ser un material duro ¡Pero Cuidado! Su dureza puede llevar a error. Contrariamente a lo que se cree, a pesar de su dureza, es un material bastante delicado y requiere de ciertos cuidados especiales, pudiendo llegar a ser complicado su mantenimiento. El problema es que el uso incorrecto de productos abrasivos hace que se vaya apagando y perdiendo brillo.
Hay un montón de remedios caseros para que la superficie de mármol esté limpia y bien cuidada, pero al cabo del tiempo no son suficientes. Este material, poco a poco va perdiendo las virtudes que le hacen tan bonito y elegante, como es su característico el brillo.
¿Productos aconsejables?
Jabón de Marsella, trapos de lana, bayetas de microfibra, bicarbonato sódico, alcohol, agua oxigenada, agua hirviendo, vinagre, agua con limón etc. … Incluso se habla de hacer un pulido de mármol casero con piedra pómez, pero sinceramente, yo creo que es mejor dejarlo en manos de profesionales con la experiencia y las maquinas indicadas.
En Onyce consideran que “cada pieza de mármol es única”, y por lo tanto cada una necesita su propio tratamiento, siendo cada uno de ellos hecho “a medida”, y es que, si no se trata debidamente, se puede dañar. Es importante distinguir entre abrillantar y pulir. Una cosa es abrillantar, que consiste en cristalizar el mármol para devolverle su brillo original y otra cosa es pulirlo. Este proceso sólo se realiza si hay arañazos o incluso grietas, en este caso será necesario un buen pulido del mármol.
Ante todo, no hay que asustarse, y bajo ningún concepto hay que renunciar a “esta joya de material”, porque si se cuida correctamente y de vez en cuando se cuenta con los grandes profesionales y expertos de Onyce, se consigue tener el mármol pulido, siempre como si estuviera recién puesto.