Las pruebas de rendimiento son un tipo de testing de software que garantiza que las aplicaciones de software funcionen correctamente bajo su carga de trabajo esperada. Este tipo de pruebas o testing se realizan para determinar el rendimiento de un software en términos de reactividad, sensibilidad y estabilidad bajo determinadas cargas de trabajo en particular. Las pruebas de rendimiento consisten el proceso de analizar la calidad y la capacidad de un producto. Es un método de prueba realizado para determinar el rendimiento del sistema en términos de velocidad, confiabilidad y estabilidad bajo una carga de trabajo variable. Las pruebas de rendimiento también se conocen como pruebas de performance.
Entre los atributos de las pruebas de rendimiento, podemos encontrar los siguientes: Velocidad: Determinan si el producto de software responde rápidamente. Escalabilidad: Determinan la cantidad de carga que el producto de software puede manejar a la vez. Estabilidad: Determinan si el producto de software es estable en caso de cargas de trabajo variables. Fiabilidad: Determinan si el producto de software es seguro o no. Entre los objetivos de las pruebas de rendimiento, podemos encontrar los siguientes: Eliminar los problemas de rendimiento Hacer que el software sea rápido. Hacer que el software sea estable y confiable.
Respecto a los tipos de pruebas de rendimiento, las siguientes son las más habituales: Pruebas de carga: Comprueban la capacidad del producto para funcionar bajo cargas de usuario anticipadas. Su objetivo es poder identificar la congestión del rendimiento del software antes de que se haya lanzado al mercado. Pruebas de estrés: Implican probar un producto bajo cargas de trabajo extremas para ver si puede manejar un alto tráfico o no. Su objetivo es identificar el punto de ruptura de un producto de software. Pruebas de resistencia: Se realizan para garantizar que el software pueda manejar la carga esperada durante un largo período de tiempo. Prueba de picos: Prueban la reacción del producto a grandes picos repentinos en la carga generada por los usuarios. Pruebas de volumen: En las pruebas de volumen, se guarda una gran cantidad de datos en una base de datos y se observa el comportamiento general del sistema de software. El objetivo es comprobar el rendimiento del producto en diferentes volúmenes de base de datos. Pruebas de escalabilidad: En las pruebas de escalabilidad, la eficacia de la aplicación de software se determina en la ampliación para admitir un aumento en la carga de usuarios. Ayudan a planificar la adición de capacidad a un sistema de software.
En cuanto a las ventajas de las pruebas de rendimiento, podemos afirmar que garantizan la velocidad, la capacidad de carga, la precisión y otros rendimientos del sistema; identifican, monitorean y resuelven los problemas si ocurre algo; aseguran la gran optimización del software y también permite que una gran cantidad de usuarios lo usen al mismo tiempo; y garantizan la satisfacción del cliente y de los clientes finales. Por otro lado, podemos indicar que los miembros del equipo de testing, quienes escriben guiones o casos de prueba en la herramienta de automatización, deben tener un alto nivel de conocimiento, así como un alto nivel de competencia para depurar los casos de prueba o los scripts de prueba. En caso de no realizarse adecuadamente las pruebas, los bajos rendimientos en el entorno real pueden provocar la pérdida de un gran número de usuarios.