¿Tu casa tiene más de 20 años? Esta advertencia eléctrica te interesa

¿Tu casa tiene más de 20 años? Esta advertencia eléctrica te interesa

¿Tu casa tiene más de 20 años? Esta advertencia eléctrica te interesa

Tecnología

En los hogares de Tenerife, la electricidad fluye cada día sin que apenas reparemos en ella. Sin embargo, bajo esa normalidad aparente se esconde una realidad preocupante: muchas instalaciones eléctricas siguen operando con sistemas que no se han revisado ni adaptado en décadas. Marcelo Mayor, electricista en Santa Cruz de Tenerife con más de 30 años de experiencia, ha trabajado con frecuencia en viviendas cuyas instalaciones, por falta de revisión, presentan un riesgo real para quienes las habitan. Desde cuadros sin protección hasta cableado envejecido, muchas de estas situaciones podrían haberse evitado con una evaluación a tiempo.



"La mayoría de los problemas eléctricos no avisan: simplemente un día fallan. Y cuando lo hacen, el daño ya está hecho", señala Mayor. En su trabajo diario es habitual toparse con enchufes antiguos, cables deteriorados o cuadros sin protecciones mínimas. Una situación que se vuelve cada vez más crítica con el paso del tiempo, ya que el consumo eléctrico en los hogares ha aumentado de forma constante: hoy convivimos con más aparatos electrónicos, electrodomésticos de alta potencia y cargadores simultáneos. Todo esto exige a las instalaciones una capacidad de respuesta para la que no fueron concebidas,



 



Un problema estructural en las viviendas antiguas



 



En Canarias, más del 65% del parque de viviendas tiene más de 30 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Muchas de ellas nunca han renovado su sistema eléctrico ni han sido sometidas a una revisión completa. Esto supone una amenaza latente, especialmente en zonas donde las normativas antiguas no contemplaban protecciones que hoy se consideran esenciales, como los diferenciales, la toma de tierra o los interruptores magnetotérmicos.



Según explica Marcelo, es habitual encontrar enchufes sobrecargados, empalmes caseros, cables sin aislamiento o derivaciones sin control. Todo ello aumenta las posibilidades de fallos graves, como cortocircuitos o fugas que pasan desapercibidas durante años.



 



Los incendios por fallos eléctricos no son una excepción



 



Según el informe de la Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), un 38% de los incendios con víctimas mortales en viviendas en España tienen su origen en fallos eléctricos. La sobrecarga de enchufes, el uso indebido de regletas y la falta de mantenimiento están detrás de muchos de estos siniestros, especialmente en salones y cocinas.



“Es como conducir un coche sin frenos porque aún arranca. Todo parece funcionar hasta que se convierte en un problema serio. Por eso lo más importante es anticiparse”, comenta Marcelo. Él mismo ha intervenido en averías eléctricas en Tenerife que, por falta de revisión, terminaron siendo mucho más graves de lo necesario.



 



Revisar la instalación es fácil y no requiere obras



 



A pesar de lo que muchos creen, revisar una instalación eléctrica no implica realizar una reforma integral. En realidad, una intervención profesional puede limitarse a sustituir el cuadro eléctrico por uno moderno con protecciones adecuadas, redistribuir los circuitos para equilibrar las cargas y asegurar que todos los elementos cumplen con la normativa vigente. Estas actuaciones se realizan sin obras, en pocas horas, y sin alterar la estética del hogar.



Este tipo de actualización permite que la instalación eléctrica soporte con garantías el uso que hacemos hoy de la energía: cocinas con múltiples electrodomésticos funcionando a la vez, sistemas de climatización, cargadores de móviles, enchufes inteligentes e incluso puntos de recarga para vehículos eléctricos. Una red bien configurada no solo evita fallos, sino que también contribuye al ahorro energético, alarga la vida útil de los aparatos y previene futuras averías.



 



Señales que indican que necesitas una revisión eléctrica



 



Aunque los fallos eléctricos graves pueden parecer imprevisibles, muchas veces dan señales previas que conviene no pasar por alto. Un diferencial que salta de forma recurrente no siempre indica una avería puntual: puede ser el reflejo de una sobrecarga o una fuga de corriente mal resuelta. Si los enchufes se calientan, emiten chasquidos o presentan marcas oscuras, es señal de una mala conexión o de cableado deteriorado. Las luces que parpadean, los bajones de tensión o el uso excesivo de regletas múltiples también delatan una instalación que no está preparada para el nivel de consumo actual.



Estas señales, aunque sean pequeñas, deben de tomarse como advertencias. También es aconsejable revisar la instalación si se han añadido nuevos aparatos de gran consumo (como hornos, termos eléctricos o aires acondicionados) o si la vivienda supera los 20 años sin haber pasado una evaluación profesional. Una revisión a tiempo puede evitar una avería mayor, un corte inesperado o incluso un riesgo de incendio.



 



¿Qué incluye una revisión profesional?



 



“Lo primero que hago al llegar a una casa es mirar el cuadro eléctrico. Es como el corazón del sistema. Si ahí falta protección o está anticuado, ya sabemos que hay trabajo por hacer”, cuenta Marcelo. Para él, una revisión empieza escuchando al cliente: saber qué problemas ha tenido, que aparatos utiliza y cuantos puntos de luz o enchufes hacen falta hoy en día en comparación con cuando se construyó la vivienda.



Después, revisa uno a uno los elementos esenciales: el estado del cableado, la existencia de toma de tierra, la adecuación de los diferenciales, y si hay una buena distribución de los circuitos. “Muchas casas tienen todo conectado a un mismo circuito. Esto hace que una cafetera, un microondas y una lavadora puedan dejarte sin luz con solo usarlos a la vez", explica.



A partir de esa revisión, decide si basta con una actualización parcial o si es necesario intervenir más a fondo. Lo importante, dice, es adaptar la instalación al tipo de vida actual: cocinas con múltiples electrodomésticos, cargadores por todas partes, equipos de climatización o incluso puntos de recarga para un coche eléctrico.



“Una instalación adecuada no solo evita cortes o sustos. Hace que todo funcione mejor y más tiempo”, concluye. Y añade que una red moderna también ayuda a consumir menos energía: “cuando todo está bien distribuido y protegido, los aparatos trabajan con más estabilidad y eso también se nota en la factura”.



 



El desconocimiento también es un factor de riesgo



 



Más allá del estado físico de las instalaciones, Marcelo Mayor destaca un problema menos visible pero igual de preocupante: la falta de información entre los propietarios. “Muchas personas no son conscientes de que la electricidad, aunque funcione, también se deteriora con el tiempo. Se cambia la pintura o el suelo, pero nunca se piensa en revisar lo que no se ve: el cableado, los enchufes y los diferenciales”, explica.



Esa percepción errónea lleva a que se pospongan decisiones clave. Se asume que si todo enciende no hay de qué preocuparse. Pero en realidad, los hábitos de consumo han cambiado y las viviendas, en muchos casos, no están preparadas para soportarlos. La ausencia de revisiones periódicas responde, en parte, a esta falta de cultura preventiva: no se entiende que una instalación también envejece y requiere mantenimiento especializado. “No se trata de generar alarma, sino de incorporar la seguridad eléctrica como parte del cuidado cotidiano de la vivienda”, concluye Marcelo.



En muchos casos, no se realiza una revisión eléctrica porque simplemente no se percibe como una prioridad. Sin embargo, esta ausencia de cultura preventiva puede tener consecuencias. “No se trata de generar mied, sino de entender que el sistema eléctrico es como cualquier otra parte de la casa: envejece, se desgasta y necesita atención profesional”.



 



Una llamada a la responsabilidad: prevenir es proteger



 



Marcelo mayor insiste en que actuar a tiempo no solo evita problemas, sino que genera tranquilidad. Como electricista especializado en averías eléctricas en Tenerife, ha visto como una simple revisión puede marcar la diferencia entre una casa segura y una situación de riesgo. “Nos hemos acostumbrado a convivir con la electricidad sin pensar en su mantenimiento. Pero una red mal cuidada puede fallar en el peor momento”.



Contar con un electricista en Santa Cruz de Tenerife de confianza no es solo una opción, es una medida de responsabilidad. Porque la seguridad eléctrica no es visible, pero sus consecuencias si lo son. Revisar la instalación no debería ser una excepción, sino parte del cuidado habitual del hogar.



En un momento en el que la eficiencia, la seguridad y el confort conviven en cada rincón del hogar, revisar el estado eléctrico debería ser tan habitual como revisar la caldera o el coche, y confiar en un electricista autorizado puede asegurar que todo esté en condiciones. Porque la electricidad no se ve, pero está en todo. Y cuidarla es cuidar lo más importante: tu casa y quienes viven en ella.

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