Manuel Altolaguirre Bolín (Málaga, 29 de junio de 1905 - Burgos, 26 de julio de 1959) fue una figura multifacética cuya vida y obra abarcaron la poesía, la edición, la imprenta y el cine. Considerado el más joven de los integrantes de la Generación del 27, su legado es fundamental para comprender la evolución de la literatura española del siglo XX.
Desde temprana edad, Altolaguirre mostró una pasión por la literatura y la edición. En 1923, junto a José María Hinojosa y José María Souvirón, fundó la revista Ambos, y en 1926, junto a Emilio Prados, creó la influyente revista Litoral, que se convirtió en un punto de encuentro para los poetas de su generación . Su interés por la imprenta lo llevó a establecer talleres en Málaga, Madrid, París y Londres, donde imprimió obras de autores como Federico García Lorca, Luis Cernuda y Pedro Salinas .
En 1932, contrajo matrimonio con la poeta Concha Méndez, con quien compartió proyectos editoriales como la colección y revista Héroe, publicando obras fundamentales de la poesía española . Durante la Guerra Civil Española, Altolaguirre se alineó con el bando republicano, participando activamente en la Alianza de Intelectuales Antifascistas y dirigiendo la compañía teatral La Barraca .
El conflicto bélico y la posterior represión afectaron profundamente su vida personal; varios de sus hermanos fueron ejecutados, y él mismo fue internado en un campo de concentración en Francia antes de exiliarse en Cuba y posteriormente en México . En el exilio, continuó su labor editorial y exploró nuevas facetas artísticas, incursionando en el cine como guionista y productor. Destaca su colaboración con Luis Buñuel en la película Subida al cielo (1951) .
Entre sus obras poéticas más reconocidas se encuentran Las islas invitadas (1926), Soledades juntas (1931), La lenta libertad (1936), por la que recibió el Premio Nacional de Literatura, y Poemas en América (1955) . Su poesía, caracterizada por la introspección y la sensibilidad, refleja las experiencias de exilio y pérdida que marcaron su vida.
Manuel Altolaguirre falleció en un accidente de tráfico en Burgos en 1959, cuando regresaba del Festival de Cine de San Sebastián . Su legado, aunque en ocasiones eclipsado por el de otros miembros de su generación, es esencial para comprender la riqueza y diversidad de la literatura española del siglo XX.
En conmemoración de su contribución a las letras y las artes, diversas instituciones han organizado exposiciones y publicaciones que rescatan su obra y su influencia en la cultura española .
Manuel Altolaguirre, el poeta-artífice, continúa siendo una figura inspiradora cuya vida y obra siguen resonando en el panorama literario contemporáneo
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