A quince años de su fallecimiento, la figura de Miguel Delibes continúa siendo un referente indispensable en la literatura española del siglo XX. Nacido en Valladolid en 1920, Delibes se definía a sí mismo como "un narrador rural apasionado por la naturaleza", y su obra es un retrato fiel y crítico de las tierras y los hombres de su Castilla natal .
Delibes fue un profundo conocedor del hombre, el lenguaje y el paisaje castellanos. Su narrativa, impregnada de un estilo sobrio y preciso, aborda temas como la dignidad humana, la injusticia social y la armonía entre el ser humano y su entorno natural. Obras como Los santos inocentes y El camino son testimonio de su compromiso con la realidad rural y su capacidad para plasmarla con autenticidad y sensibilidad.
A lo largo de su carrera, Delibes recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1982 y la Medalla de Oro de Castilla y León en 2009 . Su legado literario y ético continúa inspirando a nuevas generaciones de lectores y escritores, consolidándolo como una de las voces más influyentes de la narrativa en lengua española.