Hay personas que optan por organizar bodas modestas al margen de todo ritual religioso. En esas bodas puede que haya, a lo sumo, entre cinco y diez personas, si contamos a familiares directos y a amigos muy cercanos. También es posible que la feliz pareja redondee sus nupcias vistiendo elegantes, pero sin tirar la casa por la ventana, tal vez aprovechando ropa sofisticada guardada en casa desde hace años. Como hemos dicho, es una posibilidad, tan respetable y digna como cualquier otra. Pero en el otro extremo nos encontramos no solo con las bodas más multitudinarias y suntuosas, sino también con los más bellos y elaborados trajes barrocos para bodas.
Seamos sinceros, lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en un vestido increíble para una ceremonia nupcial, es el tradicional vestido de la novia. No obstante, hoy en día podemos empezar a pensar también en los trajes de novio, porque cada vez son más las boutiques que explotan un mercado en el que muchos hombres desean salirse de la absurda idea de que su ropa de boda tiene que ser sosa, insípida y monocromática. Atrás quedan, pues, los años del negro y el gris, nos encontramos en la era de las chaquetas púrpura, de los chalecos verde brillante con filigranas plateadas, y del smoking floreado.
De hecho, adquirir los más increíbles y elegantes trajes tanto para la novia como para el novio no tiene que ser un objetivo disponible solo para aquellas personas que desean celebrar una boda por todo lo alto. Hay muchos matices de gris en medio cuando hablamos de organizar un catering nupcial. De hecho, una estrategia eficiente puede ser ahorrar en invitaciones y en espacios de ceremonia, precisamente para disponer de dinero suficiente para obtener lo más importante de todo: una sastrería a medida que elabore solo por y para nosotros exactamente el tipo de traje o vestido que deseamos.
Una boda, en definitiva, es un día para celebrar el amor y para iniciar un futuro lleno de luz junto a la persona amada. Los trajes son un símbolo importante de esa unión.