Estamos prácticamente en Junio y el verano está a la vuelta de la esquina. Uno de los lugares de España más visitados durante la época estival es sin lugar a dudas la isla de Ibiza, que triplica su población en los meses de Julio y Agosto.
El magnífico clima que ofrece la isla durante el verano, junto a sus espectaculares calas, agua transparente, puestas de sol de ensueño y gastronomía perfecta, hacen de Ibiza un lugar ideal donde pasar y disfrutar de las vacaciones.
Una de las mejores formas de recorrer la isla es desde un barco o velero. Claro está, que no todo el mundo dispone de una embarcación propia. Sin embargo, esto no es un problema ya que existen empresas especializadas en el alquiler velero Ibiza que brindan la posibilidad de alquilar diferentes embarcaciones con o sin patrón, tanto para aquellas personas que disponen de licencia para llevar una embarcación como para aquellas personas que no pero quieren disfrutar del mar.
Uno de los lugares recomendados para ir a visitar es Sa Punta des Forn, situada entre sa Punta Grossa y sa Punta des Jonc, al Nordeste de sa Cala. En este paraje se abre un ancho golfo que recibe el nombre de es Clot des Llamp, donde se dibuja una curva en cuya mitad resalta, introduciéndose en el mar como una lanza, sa Punta des Forn. Y en ella hay una curiosa gruta inclinada cuyas paredes semejan formadas por láminas de roca y cuyo suelo recuerda a la configuración de curvas que deja la lava al coagularse. En los huecos de esas curvas se forman charcos de agua de mar, cocons, donde la evaporación crea láminas de cristal de sal, como pequeñas pistas de hielo, que años atrás eran recogidas por muchos ibicencos.
Las formas que adoptan las piedras en esta gruta y en toda esta zona cuentan una historia. Una historia geológica. Cuentan de qué manera se modeló la isla de Eivissa en el periodo Jurásico. «Son materiales del Kimmeridgiense» (uno de los últimos peldaños del Jurásico), explica el geólogo L. A.Peñazo, muy afines a los que pueden encontrarse asimismo en la mola de sa Caleta, si bien más espectaculares. «Son exactamente las mismas ritmitas de calizas y margas tableadas, mas acá se ven en su esplendor», apunta el geólogo, que resalta la claridad con la que se revelan las formaciones tableadas y la alternancia de los materiales (lo que es conocido como ritmitas). Son formaciones «fracturadas, plegadas y tan verticales que charlan a las claras de esa deformación que ha sufrido la isla para ser lo que es», señala el especialista.
Sa cova de sa Punta des Forn es un hueco inclinado, frío y húmedo desde cuyo interior se observan los restos del faro de sa Punta Grossa sobre el barranco y los escollos de sa Farola. Desde su entrada, muy cerca de la ribera rocosa, puede contemplarse la zona de sa Penya Blanca y ses Deixes, donde asimismo se perciben afines materiales a capas, recuerdos del Jurásico. Y si bien todos estos lugares, en exactamente la misma bahía, son conocidos como es Clot des Llamp, este topónimo se aplica más específicamente al recodo que se halla tras la gruta, al Nordoeste de sa Punta des Forn, sobre la que se asienta la piscina de la urbanización d'Allà Dins, cuya pared de protección hay que saltar para poder descender hasta el mar.