Tras mucho tiempo pensándolo he decido acudir a una clínica de injerto capilar. Hay veces en las que hay que asumir la realidad y buscar una solución. En el artículo de hoy os quiero contar mi experiencia, que por ahora ha sido bastante positiva la verdad. Acudí a la clínica a comienzos de este año y los resultados han sido mejor de lo esperado, por lo que creo que mi experiencia os puede resultar de utilidad.
¿Qué es un injerto apilar?
Se trata de un tratamiento para la alopecia, siendo uno de los más eficaces en la actualidad para tratar la calvicie. Consistente en el trasplante de pelo de una zona donante del mismo paciente, esto se hace para evitar posible rechazos. Por norma general, la zona trasera y lateral, en el caso de los hombres, es donde suele residir el pelo, por lo que se coge de ahí. Para esta operación se utiliza anestesia local.
El procedimiento consiste en retirar una tira de cabello con un bisturí, cerrando posteriormente el cuero cabelludo con pequeñas suturas, para no dejar marcas. Posteriormente se separan los grupos de cabellos que nos interesan, limpiando las zonas que van a recibir la donación, conocidas como zonas receptoras.
¿Cuál es la preparación necesaria?
Antes de la intervención hay que:
- Dejar de fumar al menos siete días antes de la intervención.
- Realizar pruebas como análisis, electrocardiograma.
- No tomar alcohol el día anterior y una cena ligera
- Acudir a la intervención en ayunas
- Utilizar champús PH neutro
Desde la clínica de injerto capilar me recomendaron una serie de medidas para el postoperatorio, que si sigues al pie de la letra no te supondrá problemas. Eso si, vas a tener picores y resquemor durante un tiempo, te recomiendo que no te rasques, pues será peor. Es mucha mejor idea acudir a un especialista para recibir medicación.
