Rafael Alberti Merello nació el 16 de diciembre de 1902 en El Puerto de Santa María, Cádiz, en el seno de una familia de comerciantes de vino. Aunque su vocación inicial fue la pintura, que cultivó en Madrid desde su adolescencia, una profunda crisis personal tras la muerte de su padre lo llevó hacia la poesía. Su primer libro, Marinero en tierra (1924), recibió el Premio Nacional de Literatura y supuso su consagración como poeta. Este primer volumen está impregnado de nostalgia por su tierra natal, con una voz que mezcla tradición popular y modernidad. Fue una de las figuras más destacadas de la Generación del 27, ese grupo de escritores españoles que revolucionaron la poesía incorporando las vanguardias sin perder el legado clásico. Con Sobre los ángeles (1929), Alberti mostró una nueva faceta: oscura, existencial, profundamente personal, en un tono que abrazaba el surrealismo y rompía con los moldes métricos tradicionales.
Durante los años treinta, su poesía se politizó progresivamente. Su apoyo a la República durante la Guerra Civil Española fue absoluto: escribió versos de combate, participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas, editó la revista El Mono Azul y promovió el teatro popular con Las Guerrillas del Teatro. Tras la victoria franquista en 1939, Alberti emprendió un largo exilio que lo llevó a Francia, Argentina, Italia y otros países. En Argentina vivió dos décadas con su esposa María Teresa León, también escritora, y allí desarrolló una intensa actividad cultural. Durante el exilio, Alberti no cesó de escribir: publicó poemarios, ensayos, memorias y obras teatrales. Su poesía nunca dejó de evolucionar, oscilando entre lo íntimo, lo político y lo artístico. En 1977, con la llegada de la democracia, regresó a España y fue elegido diputado por el Partido Comunista en las primeras elecciones democráticas. No tardó en abandonar la política activa para centrarse nuevamente en la creación literaria y en la pintura, que siempre había cultivado como una pasión paralela.
Rafael Alberti fue galardonado con el Premio Cervantes en 1983, máximo reconocimiento de las letras hispánicas, y fue considerado uno de los grandes poetas del siglo XX. Su obra abarca más de setenta años y se caracteriza por una extraordinaria variedad de estilos y temas, desde la lírica popular andaluza hasta la poesía combativa o la meditación existencial. Además de escribir poesía, desarrolló una notable trayectoria en el teatro y en la pintura, con exposiciones celebradas en varias ciudades del mundo. Curiosamente, Alberti tuvo también una gran pasión por el toreo, tema al que dedicó diversos poemas, como los escritos en homenaje al torero Ignacio Sánchez Mejías. Murió el 28 de octubre de 1999 en su ciudad natal, dejando un legado poético inmenso que sigue siendo estudiado, celebrado y leído por nuevas generaciones de lectores y poetas. Fue, sin duda, un poeta del mar, del compromiso, de la melancolía y de la luz.