José de Espronceda y Delgado, nacido el 25 de marzo de 1808 en Almendralejo, Badajoz, es ampliamente reconocido como una de las figuras más representativas del Romanticismo español. Desde temprana edad, mostró una inclinación tanto por la literatura como por la política, influenciado por su maestro Alberto Lista en el Colegio de San Mateo de Madrid. A los quince años, fundó la sociedad secreta "Los Numantinos", con el objetivo de vengar la muerte del general liberal Rafael del Riego, lo que le llevó a ser recluido en un monasterio en Guadalajara. Tras su liberación, Espronceda se exilió en varias ciudades europeas, incluyendo Lisboa, Londres y París, donde entró en contacto con las corrientes románticas de la época y con figuras como Lord Byron y Walter Scott. Durante su estancia en Londres, conoció a Teresa Mancha, hija de un coronel liberal, con quien mantuvo una intensa y tumultuosa relación que inspiraría algunas de sus obras más destacadas. A su regreso a España en 1833, Espronceda se involucró activamente en la vida política y literaria del país. Publicó obras como la novela histórica "Sancho Saldaña o el castellano de Cuéllar" y la comedia "Ni el tío ni el sobrino". Sin embargo, su reconocimiento público llegó principalmente a través de su poesía lírica, con composiciones como "Canción del pirata", "El estudiante de Salamanca" y "El diablo mundo", esta última incluyendo el emotivo "Canto a Teresa". Además de su labor literaria, Espronceda tuvo una destacada carrera política. Fue elegido diputado a Cortes por Almería en 1842 y nombrado secretario de la legación española en La Haya. Su vida se vio truncada prematuramente cuando falleció el 23 de mayo de 1842 en Madrid, a los 34 años, debido a una difteria. La figura de José de Espronceda perdura como símbolo del espíritu romántico español, caracterizado por su pasión, rebeldía y compromiso con la libertad, tanto en su vida como en su obra.
